El discurso poético: por qué la poesía lírica también es ficción (el poder del hablante lírico)
¿La poesía es ficción? Analizamos el concepto de Hablante Lírico y la ficción comunicativa en la lírica. Descubre cómo Bécquer usó esta estrategia poética.
FUNDAMENTOS, TEORÍA Y ANÁLISIS LITERARIO
Iván Sierra Martínez
12/5/20254 min read


La poesía, como género de la literatura, es un tipo de discurso, por medio del cual se da una comunicación. Pero, ¿cuáles son las características específicas del discurso lírico?, es decir, ¿qué distingue al discurso poético de otros discursos literarios, por ejemplo, del cuento o la novela?
El filósofo Aristóteles definió en su Poética la literatura como una imitación de la realidad (mímesis), en la que se fingen (de ahí proviene el término ficción) las acciones de los individuos de carne y hueso, por medio de la trama de hechos que se relacionan con personajes y que no son verdaderos ni falsos, sino verosímiles: el autor no refiere lo que ha acontecido, sino “lo que podría acontecer”.
A todo lector, que asuma un relato como ficción, le queda clara la existencia de un autor que inventa una historia con sus distintos personajes, y que no siempre coincide con la figura del narrador. Este, a su vez, puede protagonizar la historia o ser ajeno a ella, contarla en primera, en segunda o en tercera persona. Por otra parte, las acciones solo pueden desarrollarse dentro de una secuencia temporal: alguien hace algo en un lapso determinado. Y el tiempo natural o prototípico de toda narración es el pretérito.
Considerando el planteamiento de Aristóteles, pensemos ahora en el género que nos ocupa: la poesía lírica. Esta no relata acciones (al menos, no predominantemente); expresa estados de ánimo, impresiones o ideas, casi siempre por medio de una primera persona del singular (un Yo), cuya temporalidad por lo común radica en el presente, sobre todo, cuando se trata de poemas que refieren consideraciones abstractas o estados puramente psicológicos. Acaso por ello, al contrario de lo sucedido con los géneros narrativos, donde el mundo narrado es perfectamente distinguible del mundo real, se tiende a pensar que la poesía no es ficción.
Sin embargo, la poesía también es ficción en tanto que imita no solo una acción, sino también una situación: es la imitación de un discurso. Dicho en otros términos, la poesía es un género del discurso literario que finge ser un discurso de la vida real y, como tal, posee sus propios tipos de enunciados y estrategias mediante las que el emisor se comunica con el receptor. En este sentido, pensemos en la célebre “Rima XXI” de Gustavo Adolfo Bécquer, en la que alguien le dice algo a otro alguien:
¿Qué es poesía —dices mientras clavas
En mi pupila tu pupila azul—;
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía… eres tú.
En este poema, podemos observar un conjunto de enunciados emitidos desde un Yo y dirigidos hacia un Tú. En primera instancia, podríamos creer que esa voz pertenece a Bécquer y que su interlocutor es una mujer. Imaginemos que el autor y la mujer se encuentran en un mismo tiempo y lugar, frente a frente, ella mirándolo a los ojos con su pupila azul, él respondiéndole una cuestión previa: “¿qué es poesía?” Ahora bien, ¿cómo puede el autor mantener dicho diálogo con la mujer y al mismo tiempo escribirlo?, ¿cómo es que nosotros, siglos después, podemos acceder a esa comunicación que, en principio, nos es ajena?
En la poesía, un autor enuncia su obra compuesta por versos, pero no lo hace de viva voz (a menos que se trate de una lectura en público). Para emitir su discurso, el autor finge una situación discursiva; se proyecta en un emisor ficticio, al que llamaremos hablante lírico. Este hablante lírico es el portador del enunciado poético y puede coincidir o no (como en el caso del narrador de una novela) con la subjetividad del autor de carne y hueso.
En el caso de la “Rima XXI”, es posible que el poeta comunique un punto de vista o una experiencia personal por medio de esta imitación que no es verdadera ni falsa, sino verosímil: el yo que habla no es Bécquer “en persona”, sino este hablante que hace las veces de emisor en ese discurso imaginario y que constituye la única instancia por la cual podemos acceder a lo que quiso decir el autor.
En la comunicación habitual, para interpretar un enunciado empleamos la información codificada en este (el significado verbal) y la información relacionada con las circunstancias de emisión (las posibles intenciones de quien habla). En la poesía, sin embargo, el lector desconoce las circunstancias en las que el autor escribió su poema, por tanto, ocurre una disociación “entre lo que el autor quiso decir y lo que el texto significa”; hay un distanciamiento entre el autor y su obra. El lector, al no tener de frente a quien le está hablando, solo cuenta con sus propios conocimientos literarios y con lo dicho por el hablante lírico para interpretar el enunciado.
El hablante lírico emite el enunciado y, al mismo tiempo, forma parte de él; es portador de una intención que aguarda su descubrimiento por parte del lector. Este, consciente de que se trata de un poema y con base en lo dicho en él, puede realizar las inferencias necesarias, recrear el contexto relacionado con la enunciación (el momento en que el autor real escribió su obra) e interpretar el enunciado.
Según lo dicho hasta aquí, el poema comienza con un emisor imaginario y su receptor imaginario. Más aún: se trata de una ficción comunicativa que exige la participación de los lectores para obtener sentido; solo de este modo, podrán unirse las intenciones del autor y la interpretación del receptor.
El milagro poético se cumple cuando el lector, consciente de que se encuentra ante una ficción comunicativa, logra inferir y desvelar la intención que el autor depositó en el hablante lírico. En ese encuentro silencioso y complejo, el discurso alcanza su completa dimensión. Este es el objetivo de todo poema.
Y tú, ¿escribes poemas? Si es así, ¿la voz que creas es verdaderamente verosímil? ¿Tu hablante lírico está comunicando la intención correcta? Si tienes dudas sobre la voz y el estilo de tu poesía, y quieres asegurar que tu mensaje llegue intacto al lector, explora mis servicios de Mentoría especializada en lírica o conoce mi Curso de escritura poética para afinar tu estilo.
Contacto
Escríbeme para cualquier consulta o apoyo
© 2025. Todos los derechos reservados, Iván Sierra Martínez.


contacto@ivansierramtz.me
+(1) 52 55 6132 6420
Correo
Sígueme
Sitios de interés
Desarrollado por
