Diégesis y mímesis: herramientas de Aristóteles para construir una trama (y cómo aplicarlas hoy)
Conoce la diégesis y mímesis de Aristóteles. Aprende cómo aplicar estas 2 herramientas narrativas para construir una trama verosímil y elevar la técnica de tu escritura.
FUNDAMENTOS, TEORÍA Y ANÁLISIS LITERARIO
Iván Sierra Martínez
12/5/20253 min read


Toda narración parte de un asunto que encierra un conflicto. Este asunto es la materia primigenia de la narración; sin embargo, para que el asunto y su conflicto se puedan transformar en una pieza literaria, es necesario organizar las acciones y que estas sean creíbles, esto es, que tengan cierta lógica con lo que se está narrando.
Pero, ¿cuáles son las herramientas del narrador para construir su obra? Básicamente son dos: la diégesis y la mímesis; de estos dos conceptos parten todos los demás recursos para narrar una historia.
Según Platón (“Libro III” de la República), la diégesis es el hecho de narrar algo, mientras que la mímesis es la representación o imitación de la naturaleza. A su vez, el filósofo Aristóteles definió en su Poética la literatura como una imitación de la realidad, en la que se fingen (de ahí proviene el término ficción) las acciones de los individuos de carne y hueso.
De acuerdo con lo anterior, la literatura narrativa en sus distintos géneros (cuento, novela, epopeya, minificción, leyenda…) es diegética, pues narra acciones; sin embargo, en tanto que estas acciones imitan sucesos reales, también es mimética.
El autor construye el universo narrado (diégesis), por medio de acciones y diálogos que imitan o fingen hechos y conversaciones de la vida real (mímesis). Y esto se puede extender a otros aspectos de la narración, como los personajes, que fingen ser personas reales, o bien, algún lugar descrito en la narración, que constituye la imitación de un sitio real (aunque sea un sitio inexistente, el narrador tomará elementos de lugares reales para construir el suyo).
Ahora bien, ¿cómo utilizamos estos elementos para convertir nuestro asunto en una narración literaria? Según Aristóteles, la mímesis literaria debe crear “historias bien construidas”. Para ello, la diégesis (o sea, la narración) debe organizarse en una trama de acciones (mythos) relacionadas con personajes; estas acciones no son verdaderas ni falsas, sino verosímiles: el autor no refiere lo que ha acontecido, sino “lo que podría acontecer”.


Aristóteles
En este sentido, aunque nuestro asunto esté basado en hechos reales, las acciones de nuestra diégesis no serán reales, sino ficticias, pues serán una mímesis de los hechos que ocurrieron en la vida real. Tanto es así, que el narrador “acomoda” las acciones en función del impacto que estas puedan causar en el lector y hacer interesante el relato, y esto último no siempre coincide con la secuencia cronológica de los hechos en la vida real.
Aristóteles, al analizar la tragedia griega, propuso también que para que una historia pudiera estar “bien construida”, debería tener una estructura basada en tres momentos: planteamiento, nudo y desenlace. Asimismo, tendría que haber peripecias (acciones determinantes para el destino de los personajes) y alguna forma de catarsis (purificación de las pasiones) para culminar la obra y provocar emoción en los espectadores, en este caso, en los lectores.
Las teorías modernas sobre la literatura, como el formalismo ruso o la narratología, han aplicado las premisas aristotélicas para el análisis estructural de las obras. Dichas teorías coinciden en llamar a la disposición de las acciones trama. Asimismo, reconocen que la trama clásica o prototípica consiste, como aseveraba el filósofo griego, en una situación inicial (planteamiento), un conflicto que surge de modo inesperado y una lucha de los personajes por superarlo (nudo), y al final, la superación del conflicto, la cual da lugar a una nueva situación (desenlace).
Como vemos, las ideas de Aristóteles siguen siendo la brújula fundamental de la narrativa. Entender la mímesis (la imitación creíble de la vida) y la diégesis (la forma en que organizamos las acciones en una trama) no es un mero ejercicio teórico; es la herramienta más poderosa para evaluar por qué una escena funciona o no. Si una acción no tiene verosimilitud o no sirve a la trama (mythos), simplemente debe ser editada.
En el fondo, la lección es simple: una historia "bien construida" es aquella donde la trama está organizada para generar el máximo impacto en el lector. Como editores, nuestro trabajo siempre es buscar que esa verosimilitud se mantenga hasta la última página. Este es el primer fundamento que todo escritor debe dominar.
¿Te ha costado trabajo aplicar estas estructuras a tu propio manuscrito? La teoría es el primer paso; la práctica rigurosa, el segundo. Si quieres un análisis detallado de la trama y la estructura de tu propia obra, te invito a agendar una mentoría personal conmigo o a conocer mi Curso de narrativa. Da el salto de escritor a autor publicado.
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